domingo, 5 de agosto de 2007

Hace 62 años

El 6 y 9 de agosto será el aniversario 62 de uno de los eventos más brutales sucedidos en la historia de la humanidad: los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki. Se trata de un hecho conocido por casi toda la gente, mas no por eso menos importante ni pertinente de recordar.
Es muy difícil tener un acuerdo general sobre la dimensión de lo acaecido en ese momento, hecho que dio rumbo definitivo al final de la Segunda Guerra Mundial y al orden mundial que sucedería el fin de la mayor guerra jamás acontecida.
Las opiniones pueden ser diversas, pero en general el balance de la Segunda Guerra tiende a ver en el Holocausto el mayor crimen de aquel conflicto. Es claro que el asesinato de judíos y otros grupos llevado a cabo por el régimen nazi fue lo más sonado del conflicto, aunque, no queriendo sonar insensible a los crímenes del nazismo, me refiero ahora a los bombardeos sobre Japón para no dejar en el olvido un suceso igualmente terrible.
¿Cuál es el significado de que Estados Unidos haya destruido en dos ataques dos ciudades enteras con el arma más mortífera creada por el ser humano? Para las generaciones que ahora rondan los 20 años de edad o menos, palabras como la U.R.S.S. o la Guerra Fría no representan mucho, ya que la caída del régimen soviético dio lugar a otro universo geográfico distinto y con ello a otros conflictos. Sin embargo, para quienes aún alcanzamos a ver la lucha ideológica que se dio entre las concepciones rusa y estadounidense del orden mundial la idea de una guerra nuclear no era tan fantasiosa. Tristemente, el peligro nuclear no desapareció totalmente y el rearme que algunas naciones han hecho a base de armas nucleares es un mal síntoma para el futuro. Claro, parece que para que tendría que darse de nuevo un conflicto internacional de las dimensiones de la Segunda Guerra, cosa que parece imposible actualmente al ser el terrorismo las nueva modalidad de guerra.
Vuelvo a la pregunta que abre el párrafo anterior. El significado me parece simple y es que las guerra perseguirá siempre al ser humano y que sigue rigiendo el derecho del más fuerte, es decir, los intentos de crear un orden jurídico internacional efectivo han sido un fracaso, y de nuevo, fue EUA quien nos mostró que así es. Sobra decir que fue el caso de la invasión a Irak, en la cual no me meteré en esta ocasión.
Las palabras del presidente Truman, que podemos encontrar en internet fueron las siguientes y nos dejan claro lo que antes dije:

“Hace poco tiempo un avión americano ha lanzado una bomba sobre Hiroshima inutilizándola para el enemigo. Los japoneses comenzaron la guerra por el aire en Pearl Harbor, han sido correspondidos sobradamente. Pero este no es el final, con esta bomba hemos añadido una dimensión nueva y revolucionaria a la destrucción […] Si no aceptan nuestras condiciones pueden esperar una lluvia de fuego que sembrará más ruinas que todas las hasta ahora vistas sobre la tierra.”

Uno no puede menos que quedarse frío ante estas afirmaciones, cada vez más actuales en la medida en que vemos que el desarrollo tecnológico que ha alcanzado la milicia no se ha detenido, volviéndose cada vez más sofisticado. Es cierto, estamos en una dimensión nueva en la destrucción, y no es exagerado preocuparse cuando E.U.A. está 11 veces más armado que el país que le sigue en esta deshonrosa lista. Uno puede preguntarse entonces el por qué no han terminado con Irak, pensando en que un ataque como el de Hiroshima bastaría. No tengo una respuesta clara sino meras especulaciones.
Si pensara en una reacción de la ONU no lo creo, ya que ni esta organización ni las potencias mundiales pasaron de censurar el gobierno de Bush, pero en la práctica no hicieron nada por detenerlos. ¿Una concesión a alguna forma de ética? No lo creo, no creo que la respuesta pueda darla la moral.
Podemos pensar algunas opciones más y suponer que no sucederá otro Hiroshima y Nagasaki, pero tampoco podemos afirmar eso y menos asegurar un futuro pacífico para la raza humana.
Por mi parte no hay mucho más que decir, sólo quise recordar ese evento que nos deja a la vista el poco valor que tienen el ser humano frente a la política y la guerra, dirigida por unos cuantos países.
Concluyo. Alguna vez, al platicar con alguien sobre las coincidencias entre el discurso bélico del siglo XVI -el cual estudio particularmente-, le dije a alguien que al final los seres humanos son los mismos, aunque es cierto que hay excepciones. Parece que el futuro del hombre está en las manos de los peores entre ellos.

2 comentarios:

Ol dijo...

Pues efectivamente creo que la humanidad va a perecer por la guerra. Parece que no estamos dispuestos a renunciar a ella y como dicen "el hombre es el lobo del hombre".

P dijo...

La vida es esto. Prestémosle atención a los
detalles. Al calorcito humeante del pis, a sacar la basura, a viajar apretados
en colectivo. Si no disfrutamos eso, ¿qué nos queda?